~gracias por su visita~

viernes, 25 de abril de 2008

Jugando con fuego cap 2


Capitulo 2. Nada que decir.

- ¡¡¡ ¿¿¿ SANJI ???!!!- exclamaron todos al unísono al oír el nombre que acababa de pronunciar Ace.

No podía ser un error porque al decir el nombre de la persona a la que elegía alzo la mano para señalarlo y ahora todos se encontraban mirando al rubio que totalmente desconcertado tenia la vista fija en el moreno comandante.

El cocinero se sentía totalmente sorprendido por la elección, ya que ni la esperaba ni mucho menos la deseaba. Nunca se había planteado abandonar aquel barco y menos de aquella manera, y en su cabeza solo retumbaba una pregunta. ¿Por qué a él?

Su mirada se desvió un instante hacia el espadachín, no sabia que era lo que esperaba encontrar pero no se extrañó al ver que el peliverde se encontraba junto a Luffy y lo apartaba de su hermano. Seguramente se encontraría muy aliviado de saber que no perdería a su adorado capitán. Una triste sonrisa apareció en sus labios mientras llevaba una mano al bolsillo, sacaba un cigarrillo y lo encendía con cierto esfuerzo pues se le habían mojado al saltar por Luffy.

- Iré a por mis cosas- dijo con voz neutra el cocinero para sorpresa de todos.

- Si, por favor- le contesto Ace educadamente - Lamento no poder darte mucho tiempo para despedirte pero tengo bastante prisa.

- Tranquilo, no tengo demasiado equipaje- respondió con una sonrisa el cocinero antes de perderse hacia el camarote de los chicos.

- Ace, pensábamos que habías venido por Luffy- lo encaró algo molesta la navegante- ¿Por qué te llevas a Sanji- kun?

- Lo siento, de veras- se disculpó nuevamente el muchacho- Pero no tengo más remedio. Si no lo necesitara no hubiera retado a Luffy. ¿ Por qué me iba a llevar a mi hermano?

- Bueno...nosotros pensamos que...estabas preocupado por él y que preferías cuidar de él en tu barco.

- Jajaja- el moreno comandante rió sinceramente divertido- Ya le propuse a Luffy unirse a mi y no quiso. No me perdonaría si lo obligara a ir conmigo.

- ¿Entonces tu objetivo siempre fue Sanji?- preguntó Usopp sorprendido.

- No lo digas así que suena mal- respondió algo azorado Ace- Hace unos días nos cruzamos con una fragata de la marina y perdí varios hombres en el combate, entre ellos al personal de cocina. Tengo que realizar un viaje bastante largo e importante y no puedo alimentar a 100 hombres sin un cocinero experto.

- Y ¿por qué no buscas el tuyo propio en cualquier isla?- le espetó Nami.

- Porque voy con retraso- le respondió cansadamente el moreno- No puedo pararme en ninguna isla, hago ruta directa a mi destino. Realmente lamento mucho tener que haceros esto, pero cocinar para 7 personas no es igual que hacerlo para 100 hombres. Vosotros sobreviviréis sin Sanji kun, yo no cumpliré mi misión sin él.

Al cocinero le llegaba la discusión de cubierta algo atenuada por la distancia, pero le agradaba la preocupación que Nami estaba demostrando. Al menos alguien mostraba algo de enfado por su marcha. Se cambio la ropa mojada, por un nuevo traje y guardo el resto de su ropa en un saco de viaje. Cuando recogió cuanto tenia se quedo unos instantes en silencio mirando la desordenada habitación. El cuarto de los chicos no era otra cosa que la bodega del barco, justo bajo cubierta. Las hamacas sobre las que Luffy, Chopper, Usopp y él mismo dormían se balanceaban lentamente a la altura de sus ojos, pero su vista se encontraba clavada en el sofá azul donde siempre se acostaba el espadachín. Y ¿por qué el espadachín dormía allí en lugar de en una hamaca como el resto?. Pues porque era más chulo que nadie y por que él lo valía. Una triste sonrisa apareció en los labios del cocinero. Aún le costaba admitir lo colado que estaba por ese imbécil, pero siempre se sorprendía pensando en él, esperando la palabra o el gesto que le diera la excusa para pelear con el, para poder tener aquellos diabólicos ojos clavados en los suyos. Por mucho que trataba de concentrarse en Nami y Robin, siempre acababa buscandole las cosquillas al peliverde.

El rubio se sentó en el sofá suspirando pesadamente. Su mano se paseo por la superficie donde Zoro siempre reposaba la cabeza y se recostó ligeramente sobre ella con la mirada perdida. No estaba muy seguro de cuando se había dado cuenta de lo que sentía hacia el guerrero, cuándo había pasado del desprecio mutuo a aquella secreta admiración que tan poco tenia que ver con lo bien que manejara las espadas, pero ojalá nunca lo hubiera descubierto. No podia creer que amara de nuevo a un hombre inalcanzable. Y lo peor es que este ni siquiera se le había insinuado, Zoro no había hecho absolutamente nada para enamorarlo. ¡Ni siquiera era su tipo!

- "¿Debería decírselo ahora que no volveré a estar con él?"- se preguntó mentalmente cerrando los ojos y aspirando la esencia del peliverde impresa en la tela del sofá. Aquella fragancia primitiva casi animal que el espadachín desprendía y que a él lo volvía inexplicablemente loco. Tras un instante así, desecho la idea. El nunca le entraba a los hombres, el juego no iba así. Además, ¿de que serviría?. Fuera cual fuera la respuesta nada impediría su marcha y prefería una última mirada de desprecio o indiferencia a una de asco. Lo mejor era enterrar aquello y olvidarlo completamente. El tiempo y la distancia se encargarían del resto.

Sanji subió a cubierta. Los chicos aun discutían con Ace sobre lo poco ético que había sido su comportamiento y no repararon en él cuando entró en la cocina para recoger sus utensilios, pues eran un regalo del "viejo zorro" que lo crió y nunca se separaba de ellos. Los metió con amor en su maletín uno a uno y luego paseo la vista por la cocina con la misma nostalgia con la que se había despedido del cuarto de los chicos. Su mano recorrió la encimera mientras recordaba lo feliz que había sido en aquel barco. ¿Qué haría ahora él tan lejos de sus nakamas? Ellos eran algo más que una tripulación pirata, se habían convertido prácticamente en una familia, en la familia que ninguno tenia. Y ahora él volvía a quedarse solo.

Sanji se llevó dos dedos a sus ojos para contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse cuando sintió una presencia a su espalda. Por supuesto sabia que era Zoro, ningún otro era capaz de hacer que su piel se erizase con su mera presencia, nadie le transmitía tantas sensaciones estando simplemente en silencio y a nadie temía tanto como temía a aquel hombre. Porque él sin saberlo tenia las armas para destrozarlo, porque cada vez que el peliverde hablaba al rubio se le encogía el corazón.

-Oye, ero-cook- rompió por fin el espadachín con el silencio. Su tono era el de siempre, burlón y arrogante.- He oído que Ace no tiene ni una sola mujer en sus filas, ¿serás capaz de soportar estar en un barco así?

Sanji aun permanecía de espaldas al peliverde pero casi podía ver la media sonrisa que seguramente ahora adornaría su rostro. Por supuesto, había venido a burlarse. ¿Que otra cosa podría esperar? Por fin iba a librarse de él, era normal que estuviera contento. Ni siquiera había sido capaz de llamarlo por su nombre aunque fuera esta última vez.

Sanji apuró la ultima calada de su cigarrillo con lentitud, dejó que el humo escapara con parsimonia entre sus labios entreabiertos y apago la colilla en la suela de su zapato antes de girarse a encarar al peliverde. No se lo diria...pero no iba a dejar que se quedara tan tranquilo.

- Yo también te voy a echar de menos- dijo el rubio sarcástico antes de lanzarse contra él tan rápidamente que el espadachín no tuvo tiempo ni de llevar una mano a sus katanas.

No esperaba la patada del rubio, no al menos sin un intercambio de insultos previo pero cuando se quiso dar cuenta su espalda había dado contra la pared y el cocinero lo agarraba fuertemente del cuello de su camiseta. Zoro lo miraba sorprendido por la agresividad del ataque pero sobre todo por aquella mirada tan profundamente dolida a pesar de la sonrisa arrogante que prevalecía en aquellos finos labios.

- Voy a darte un último motivo para que me odies- susurro el rubio acercando su rostro al del espadachín pero antes de poder rozar sus labios la irritada voz de Nami inundó la cocina.

- ¡Vosotros dos!- chilló desde la puerta visiblemente molesta, todo lo contrario que Robin que sonreía divertida a su espalda- ¿Es que no podéis dejar de pelear ni siquiera un día como este?

Sanji cerró los ojos y chasqueo la lengua. Por un lado agradecía la interrupción de Nami pero por otro lamentaba que no hubiera llegado unos segundos más tarde. Suspiró discretamente y soltó la camisa de Zoro retrocediendo unos pasos.

- Nami san tiene razón- dijo el cocinero volviendo a abrir los ojos y recuperando la sonrisa ante la mirada atónita del espadachín. - No tengo tiempo para pelearme contigo porque...- el cocinero puso ojos de corazón y se fue corriendo a agarrar las manos de Nami y Robin con exagerado dramatismo.- Tengo que consolar a mi querida pelirroja y a mi hermosa morenaza.- la navegante hizo un gesto de aprensión, Robin mantuvo la sonrisa. Sanji era un amor pero a veces se pasaba tres pueblos- No lloréis, se que separaros de mi os supone un profundo dolor, pero yo siempre viviré en vuestros cora...- las rimbombantes palabras del cocinero murieron en sus labios cuando las chicas lo abrazaron. Se estremeció ligeramente aunque esta vez por la pena que lo embargaba al tener que separarse de ellas. Se acabó la interesada dulzura de Nami y la cálida indiferencia de Robin. Estaba tan triste por todo aquello que ni le apetecía aprovecharse de la situación. Sus manos apenas se posaron en las caderas de las chicas.

- Te voy a echar de menos a pesar de tus tonterías- le dijo Nami.

- Lo mismo digo, Cocinero san- respondió Robin añadiendo un beso a la pálida mejilla del cocinero.

- Si seguís achuchándome, Ace tendrá que venir a sacarme a rastras...- bromeó el rubio con los ojos húmedos y las chicas rieron soltándolo por fin.

Sanji cruzó la cocina para tomar sus cosas y tras una última silenciosa mirada al espadachín que este sostuvo sin intención alguna de retenerlo, sin un gesto que se interesara por lo que casi estuvo a punto de hacer, siguió a las chicas hasta cubierta donde lo esperaba el resto de la tripulación. Usopp se plantó delante de él con pose altanera y las gafas puestas para evitar que lo vieran llorar.

- Sanji, ha sido un placer tenerte en mi tripulación, lleva con orgullo el honor de haber combatido junto al ¡Capitaaán Usopp! - el chico le tendió la mano y Sanji la estrechó con una sonrisa sincera. Sintió que algo le tiraba del pantalón y al agachar la cabeza vio a Chopper lagrimeando y moqueando, pero imitando a Usopp le tendió la mano con gesto serio. El cocinero se inclinó y le puso las manos en los hombros.

- Chopper, tengo que pedirte un favor- le dijo al joven médico y este asintió sorbiéndose los mocos- Eres el único hombre de este barco en el que puedo confiar, así que te encargo el cuidado de mis Ladies. No dejes que le pase nada a Nami san y Robin chan. ¿De acuerdo?

- Confía en mi- dijo el renito limpiándose las lagrimas y haciéndose el adulto.

- Sanji-kun...- lo apremió Ace que estaba subido a la barandilla del barco listo para marcharse.

- Voy...- respondió el rubio poniéndose de pie se encamino hacia su nuevo capitán, aunque antes de colocarse a su lado se paro junto a Luffy, que lo miraba con ojos tristes y sintiéndose bastante culpable. Sabia que Ace le había dicho que solo serian 6 meses y conociendo a Sanji no había de que preocuparse pero...aun así no podía evitar sentirse mal. Por su culpa todos estaban tristes.

- Lo siento.- le dijo su ex-capitán y por una vez Sanji vio que lo decia de verdad. Normalmente se disculpaba por sistema, pero no porque realmente lo sintiera. Como cuando los golpeaba de rebote al estirarse.

- Luffy, no pasa nada- le habló al joven moreno poniendo una mano en su hombro- Se que aceptaste porque es tu hermano.

- Aun así.- negó con la cabeza y luego miró al cocinero a los ojos muy serio.- Sanji, recuerda que eres nuestro nakama. Te estaremos esperando, no lo olvides. ¿Vale?.

- Vale...- respondió desconcertado el cocinero y se giró hacia Ace cuando este carraspeó para meter prisa.- He de irme.

El cocinero se subió de un salto a la barandilla y miro hacia el mar, donde esperaba el deslizador de Ace.

- ¿Listo?- le pregunto con una radiante sonrisa el moreno comandante.

- ¿Cambiaría algo el que dijera que no?- le respondió de vuelta el rubio y el moreno le paso un brazo por los hombros afectuosamente.

- No, pero a mi me quitarías la sensación de estar secuestrándote- bromeó el comandante.

- Estate tranquilo, ante todo soy un pirata. Acepto el código y te acepto como capitán- le dijo con una sonrisa antes de saltar al pequeño bote. Ace fue a imitarlo pero la llamada de su hermano lo detuvo.

- Ace...- el pequeño capitán se acercó hasta él y bajando la voz para que solo ellos dos escucharan le habló a su hermano- Me has prometido que lo traerás de vuelta dentro de 6 meses, ¿te acordarás?.

- Si, Luffy, estate tranquilo- le respondió su hermano con una sonrisa sincera pero luego se acerco a su oído para decir aun mas bajito- Lo que no te prometo es que él quiera regresar.

- Regresará.- le respondió el pequeño en el mismo tono - Sanji no es como tú.

- Eso ya te lo diré yo dentro de 6 meses.

Tras decir aquello, el moreno comandante saltó hasta su bote ayudando a Sanji a no perder el equilibro ante el movimiento que se había generado.

- El bote se mueve gracias a mi poder, así que tendrás que subirte ahí si no quieres quemarte.- le dijo amablemente al rubio señalando la base del mástil que estaba algo elevada, Sanji asintió y se colocó de pie sobre la pequeña plataforma. Ace le dio la espalda, hizo a su hermano un gesto de despedida y se preparó para volver a su barco.- Será mejor que te agarres bien, esto va a ir un poco rápido.

- ¿Aga...agarrarme?- pregunto algo nervioso el cocinero. El bote era apenas una plancha con una vela, no había nada a lo que agarrarse.- ¿A qué?

- Jajaja, vamos Sanji, no seas tímido- le dijo tomándole de las manos y pasándolas alrededor de su pecho, lo que hizo ruborizar al rubio que desvió la vista al agua dando las gracias por estar de espaldas al barco para que sus compañeros no vieran sus encendidas mejillas. Los pies de Ace comenzaron a arder en el pequeño compartimento y el deslizador salió impulsado a gran velocidad obligando al rubio a agarrarse aún más fuertemente a su comandante para no caerse.

Desde el Going Merry, la tripulación de sombrero de paja comenzó a gritar adioses a Sanji mientras agitaban las manos y dejaban escapar las lagrimas desde la barandilla del barco. Un poco apartado pero con la vista fija en la cada vez mas lejana silueta del cocinero, Zoro pensaba una y otra vez en ese último momento juntos, con gesto serio, los brazos cruzados y la cadera apoyada en la barandilla.

-"¿Iba a hacer lo que creo que iba a hacer?"- volvía a darle vueltas a la cabeza- " Sanji ha estado a punto de...¿besarme?"

- Si esperabas un momento para decirle algo...- la calmada voz de Robin a su lado no lo inmutó en absoluto.-...fue ese.

- No se a que te refieres.- dijo con indiferencia el espadachín sin mirarla- Pero de tener algo que decirle te aseguro que "ese" no era el momento y menos sabiendo que volverá en 6 meses.

-¿ quien ha dicho que volverá en 6 meses?- pregunto sorprendida la arqueóloga.

- Luffy.- respondió secamente. - Hablé con él antes de...la pelea de la cocina.

- Comprendo. Por eso estas tan tranquilo- dijo la morena divertida - Aunque has cometido un error de cálculo- El peliverde desvió la mirada hacia la morena intrigado por sus palabras y ella señaló el deslizador donde iban los dos chicos con la barbilla- Has olvidado observar a tu rival y 6 meses dan para mucho.

Tras decir eso la morena se alejó en dirección a su tumbona habitual dispuesta a enfrascarse en su afición favorita, la lectura, dejando a un enfadado espadachín sumergido en sus propios pensamientos.

Ace y Sanji completaron el trayecto desde el Goin Merry al Two White* en apenas unos minutos, pero al cocinero le había parecido una eternidad. Había tenido que agarrarse más estrecho de lo políticamente correcto al moreno por culpa de la velocidad de aquella infernal embarcación y si bien no es que fuera la primera vez que se abrazaba a un hombre, (multitud de veces se había agarrado al hermano pequeño de su nuevo capitán para desplazamientos extremos), al menos sus manos siempre habían tenido tela a la que agarrarse. La sensación del fuerte pecho bajo sus dedos le habían recordado el centenar de veces que había observado a Zoro entrenar en cubierta y un calor que nada tenia que ver con el propulsor lo asaltó de improvisto. ¿Que le pasaba a algunos tíos con las camisetas? ¿Les tenían alergia?. Sanji se sorprendió deseando llegar de una vez al barco, aunque solo fuera por romper aquel contacto. No quería pensar nunca mas en aquel maldito ex-cazador de piratas y mucho menos encontrarle un parecido con Ace.

1 comentario:

Mara Loneliness dijo...

Hola, Soy Mara Loneliness segunda al mando de Ohara ONE PIECE Yaoi Fansite, quiero pedirles de la manera mas atenta que detengan la publicacion del fanfic: "jugando con fuego", el cual es de la autoria de una de mis nakamas, Kaori.

No tienen permiso para publicarlo, no hacen mencion de quien lo escribio o de la web de donde lo han obtenido, y esto se considera plagio.

Solo les pido que detengan la publicacion hasta obtener el permiso para publicarlo, y si Kaori no las deja publicarlo, por favor dejen de hacerlo.

He visto comentarios suyos en algunos fic, y estoy segura que a las autoras les halaga leerlos, pero esta situacion no es correcta e infringe totalmente los derechos del autor, sin contar que es un abuso y una total falta de respeto.

Espero que hagan lo que es correcto y no ignoren mi mensaje.

Me despido, extendiendoles mi respeto y esperando una solucion favorable para este inadecudo problema.